Por Cenobio Juarez
Las orquídeas constituyen probablemente la familia de plantas más extensa, con más de 25,000 especies identificadas hasta el momento por los científicos. Aunque varían enormemente en tamaño, color y textura, sus flores presentan una estructura básica: tres sépalos y tres pétalos, uno de ellos diferente a los otros dos, llamado labelo.
Además, sus estructuras reproductivas masculinas y femeninas se encuentran fusionadas en el órgano llamado columna, al centro de la flor.
Sin embargo, las diferencias entre ellas son tan grandes que difícilmente parecen “parientas cercanas” . Flores con textura cerosa o translúcida, de colores brillantes o verdes, con perfumes intensos o sin olor, generan un abanico casi infinito de bellas sorpresas.
México es un país de enorme riqueza, tanto natural como cultural, estando entre los siete primeros países por su variedad de seres vivos. Cuenta con unas 1,400 especies de orquídeas, creciendo en casi todos los tipos de vegetación, sin embargo, la mayor parte se encuentran por debajo de los 2,000 metros sobre el nivel del mar, en las serranías del centro y sur del país, en diversos tipos de bosques tropicales y templados.
De estas 1,400 especies de México, unas 300 son endémicas, es decir que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo. Esto convierte a las orquídeas mexicanas en un patrimonio viviente de enorme importancia y a nosotros, los pobladores del país, en sus primeros guardianes, responsables directos de su supervivencia o de su desaparición.
Además de la enorme riqueza de orquídeas de México, las orquídeas habitan casi todos los rincones del planeta: las hay en todos los climas y en todos los continentes. Además de las especies naturales, existe un enorme grupo, de más de 100,000 variedades, denominadas orquídeas híbridas, resultado de cruzas hechas por el hombre. De esta forma, se han producido innumerables variedades que intentan superar la belleza, vigor y facilidad de cultivo de las especies silvestres, más bien enriqueciendo el vasto repertorio de formas, colores y texturas de la naturaleza.
En nuestra región totonaca desafortunadamente la roza, tumba de monte, provoco que una infinidad de orquídeas desaparecieran por completo. Por fortuna para nosotros contamos con dos especies emblemáticas de nuestra región que son cultivadas y que ayudan a su conservación, las comúnmente conocidas Vainilla (vanilla planifolia) y la Flor de Santa Cruz (genero Oncidium). Esta ultima endémica de México y que nuestras mamas y abuelas totonacas han sabido conservar en sus traspatios ya para fines del mes de abril y principios de mayo esta orquídea florea en forma de racimos de un color amarrillo intenso y que es puesta en forma de cruz por ellas en sus pozos el día 3 de Mayo, día de la Santa Cruz, como ofrenda para que siempre nos brinden agua. Sin duda una tradición coloridad que es necesario seguir preservando.
Aquí les presentamos fotos tomas en algunos puntos de nuestra comunidad
Mas información sobre las orquídeas en la Asociación Mexicana de Orquideología, A. C. http://amo.com.mx/indexesp.html
